LA UNIDAD DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Y SUEÑO (UTMS)

HOSPITAL GENERAL AJUSCO MEDIO

DRA. OBDULIA RODRIGUEZ RODRÍGUEZ


La Unidad de Trastornos del Movimiento y Sueño (UTMS) del Hospital General Ajusco Medio, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, atiende a pacientes que tengan problemas que involucran la calidad y duración del sueño y que afectan la vida diaria de las personas.



El sueño es una parte integral de la vida, una necesidad biológica y un período fisiológico que le permite al cuerpo y a la mente descansar y restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. El descanso es esencial para funciones como el aprendizaje, la memoria, la atención, capacidad intelectual, el estado anímico y el metabolismo, presentes en el estado de vigilia.

Los principales efectos negativos por la privación crónica de sueño son las alteraciones físicas (somnolencia y fatiga) así como las relacionas con el deterioro cognoscitivo (deterioro de la atención, de la motivación, capacidad intelectual y memoria, con la consecuente repercusión en el estado general), impactando en el incremento del riesgo de accidentes de tráfico y laborales y predispone a enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neuropsiquiátricas, sin mencionar el riesgo trastornos originados por el abuso de sustancias nocivas.

La situación actual de la población durante el confinamiento por COVID-19 ha provocado cambios en el estilo de vida de las personas, pues se han visto influenciados por diferentes factores como económicos, conductuales, laborales, sociales y emocionales. Los estilos de vida representan la forma como viven los seres humanos, y se consideran factores que pueden promover o deteriorar a la salud en los individuos.

Se han identificado como factor de riesgo para las alteraciones del sueño, el uso de dispositivos electrónicos antes de irse a dormir tales como televisión, videojuegos, computadora, reproductores de música, tabletas o teléfonos celulares. Durante el confinamiento se tuvo un incremento en el uso de estos aparatos, pues fue la manera en la que la que nos mantuvimos informada, con fines académicos, trabajando o como medio de distracción.

Los motivos de consulta más solicitados son las siguientes: Apnea obstructiva del sueño, Síndrome de Hipoventilación por obesidad, Insomnio, Síndrome de piernas inquietas y parasomnias (son experiencias o comportamientos inusuales que ocurren durante el sueño), así como trastornos del movimiento como el Parkinson.

Se realiza una valoración inicial a todos los pacientes que incluye: Elaboración de Historia Clínica (Donde se detallan enfermedades del paciente, tratamientos actuales y previos, alergias, hábitos y una descripción de la rutina diaria; la sintomatología referida por el paciente o cuidador, signos vitales durante la consulta, una exploración física exhaustiva y la integración de una sospecha diagnóstica) y la solicitud de estudios complementarios (Determinados por el médico especialista, de ser requerido).

El servicio brindado por esta unidad se enfoca a las condiciones del paciente; esto quiere decir que, muchos de las personas que solicitan la atención, cuentan con una índole que requiere aún mayor especialización de la terapia (Niños, pacientes con Síndrome de Down, Trastornos psiquiátricos, etc.).

Después de la valoración y la integración del diagnóstico, el siguiente paso es elegir un plan para el tratamiento individualizado para el paciente, que se adapte a sus condiciones y necesidades. Los objetivos del tratamiento están enfocados a mejorar la calidad de sueño, ayudar al tratamiento y control del resto de las enfermedades del paciente (si es el caso) y ofrecer una terapia no farmacológica (sin medicamentos) para modificar los hábitos del paciente que impactan sobre su sueño. Las intervenciones utilizadas en el tratamiento se clasifican en: no farmacológicas y farmacológicas.

La terapia Farmacológica está basada en la prescripción de varios grupos de medicamentos, tales como: hipnóticos, antidepresivos, antipsicóticos, antihistamínicos y anticonvulsivos.

Las intervenciones no farmacológicas incluyen diferentes estrategias como terapia psicológica y el uso de dispositivos mecánicos de presión positiva en la vía aérea superior.

La UTMS cuenta con la clínica de CPAP que otorga consultas de seguimiento para la valoración de pacientes y revisión de equipos mecánicos utilizados en el tratamiento.

Además del tratamiento implementado, todo paciente debe realizar una adecuada alimentación, actividad Física e Higiene del sueño.

HIGIENE DEL SUEÑO: El objetivo de la promoción de estas recomendaciones, es mejorar la calidad del tiempo destinado a dormir a través de nuevas conductas y creación de nuevos hábitos.

Algunas de las recomendaciones son:

  • Tener un horario fijo para dormir y despertar
  • Procure dormir la misma cantidad de horas cada noche.
  • Mantenimiento de una habitación con las condiciones adecuadas para dormir (Cama cómoda, limpia, con una temperatura confortable)
  • Apagar todos los dispositivos que emitan sonido o luz como el celular, tablet, televisión, computadora.
  • Cenar tres horas antes de dormir y no beber abundantes líquidos, así como evitar bebidas estimulantes, como la cafeína (café, té, refrescos y bebidas energizantes) o nicotina.
  • Realizar actividad física (Acorde a la edad y condiciones de la persona) y preferentemente por las mañanas
  • Evitar siestas durante el día.