27/02/19 - Versión estenográfica. Convenio Programa Voluntad Anticipada

Publicado el 27 Febrero 2019
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VERSIÓN ESTENOGRÁFICA

Miércoles 27 de febrero de 2019. Auditorio de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, Benito Juárez.-

11º Aniversario de la Ley de Voluntad Anticipada y Firma de Convenio.

Lic. Marco Antonio Ruiz Aguirre, presidente del Colegio de Notarios:

Hoy quiero agradecer a la Dra. Oliva y a miembros de la Secretaría de Salud por recibirnos en sus instalaciones, así como la presencia de los médicos de distintas organizaciones y a mis colegas notarios.

Toda vez que la promoción de la campaña "Marzo, Mes de la Voluntad Anticipada" es de gran importancia para los habitantes de la Ciudad de México, este año conmemoramos el décimo primer aniversario de la Ley de Voluntad Anticipada, 11 años en los que, en una labor conjunta entre Sedesa y el notariado de la Ciudad de México, han logrado crear consciencia en nuestra sociedad sobre los beneficios que significa otorgar el documento de Voluntad Anticipada. Fue precisamente hace 11 años donde un grupo de especialistas médicos, doctores en Bioética, legisladores y el notariado, en mesas de trabajo, creamos este documento, esta Ley de Voluntad Anticipada, siendo la Ciudad de México líder y precursora de esta materia a nivel nacional. Actualmente es en 11 entidades federativas del país donde se encuentra esta legislación.

El documento de Voluntad Anticipada es, al igual que otros instrumentos que se otorgan ante notario, una manera de fomentar y promover la cultura de la prevención y la legalidad, por tanto, es sinónimo de esperanza para quienes deciden realizarlo. Es un documento de previsión que debemos realizar para adelantarnos a esa posibilidad que tenemos todos de caer en una enfermedad incurable y que en un momento determinado nos pueden poner en fase terminal, es decir, sin posibilidades de recuperar la salud.

Los testimonios que hemos recibido en las notarías nos dejan claro que la mayor esperanza para un enfermo y para sus familiares, es tener esa posibilidad de que su familiar, quien ya ha sido desahuciado, esté entre sus seres queridos y amigos en sus últimos días, y no sea sometido a tratamientos o procedimientos médicos que generen sufrimiento. Así, este documento protege de manera real la dignidad de la persona y evita sufrimientos mayores a la familia; a pesar de esta gran cualidad del documento de Voluntad Anticipada, reconocemos que necesitamos difundir más entre la población su otorgamiento, ya que los avances han sido lentos y todavía hay muchas personas que desconocen su existencia.

A 11 de que pusimos en vigencia esta ley, se han firmado cerca de 12 mil documentos; de estos, alrededor del 75% han sido firmados ante notario y el 25%, ante instituciones de salud. El notario interviene para fomentar una cultura de la prevención, es precisamente en el entorno de la oficina del notario donde, en un ambiente de pleno uso de sus facultades de autonomía de la voluntad, la persona decide y nombra a su representante que en su momento tomará su decisión, esto favorece que frente a una situación de emergencia o se está en una enfermedad terminal, este tema quede resuelto y no sea un conflicto más para solucionar entre los familiares, y le da tranquilidad a los ciudadanos.

Otro dato relevante es que existe una mayor consciencia de las mujeres para este otorgamiento. De los registros que están en la base de datos de la Secretaría de Salud, más del 64% de las personas que otorgan su Voluntad Anticipada, son mujeres. Otro dato es que de los hombres casados tienen un mayor porcentaje de incidencia para otorgar el documento de Voluntad Anticipada.

El documento de Voluntad Anticipada está vinculado con la donación de órganos; como saben, al realizar la voluntad anticipada la persona tiene la oportunidad de manifestar si desea o no donar sus órganos después del deceso; el 50% de las personas ha manifestado su voluntad a favor de la donación.

Son cifras interesantes que nos invitan a que autoridades y notarios nos esforcemos doblemente para invitar a la población a que continúe avanzando en esta cultura de la prevención y, sobre todo, fomentar el conocimiento entre las familias. Conocer más sobre la muerte digna cuando alguien cae en etapa terminal de una enfermedad, sin duda será de gran ayuda para todos. Es importante precisar que el documento de Voluntad Anticipada no significa eutanasia, estamos hablando de una institución para evitar que la vida se extienda de manera agónica con la utilización de medidas extraordinarias.

Las notarias y los notarios hacemos una invitación a la campaña "Marzo, Mes de la Voluntad Anticipada", donde el costo del otorgamiento será de $1 mil 250 más IVA para la población en general; para mayores de 65 años, será de $420 más IVA.

Por todos estos motivos, agradezco a la Dra. Oliva López Arellano por su compromiso en este tema, mismo que refrendamos el presente mes con la firma del convenio que hoy celebramos.

Muchas gracias.

Dra. Oliva López Arellano:

La firma de este convenio y la preocupación, la promoción, el fomento a la Voluntad Anticipada, es justamente en la perspectiva de una ciudad de derechos; como ustedes saben, la Dra. Claudia Sheinbaum ha insistido en que aspiramos a ser una ciudad de derechos, la Ciudad de México ha sido "punta de lanza" en la transformación y en el avance de muchos de los derechos humanos. Somos una ciudad pionera en términos de un conjunto de derechos humanos y, en particular en términos del derecho a la salud, ha sido un avance sustancial.

La Constitución de la Ciudad de México también es una cobertura normativa que nos permite avanzar en una perspectiva de vida digna y muerte digna, y en este ámbito es donde inscribimos esta firma y la actividad de Voluntad Anticipada.

La Ciudad de México, si bien es una ciudad de avanzada, tiene una enorme complejidad epidemióloga, y el peso de la enfermedad crónica. Tal como está argumentado en los primeras partes del convenio que acabamos de firmar, si el peso de la enfermedad crónica, la cronicidad de estas enfermedades, el que acompañan en los últimos momentos de vida de muchas personas, la prolongación de la vida en condiciones muy difíciles y el desarrollo científico-técnico, justamente nos colocan frente a un conjunto de problemas, de requerimientos, que nos obligan a tener posturas éticas en la lógica de derechos humanos, de laicidad, de reconocimiento de los avances científicos pero también de defensa tanto de la vida digna como de la muerte digna.

Algo que creo es muy importante rescatar es que nuestra Constitución plantea que la dignidad humana es el principio rector supremo y el sustento de todos los derechos humanos. Se reconoce a toda persona, la libertad de igualdad de derechos. Las instituciones, como expresiones concretas del gobierno, tenemos la tarea de garantizar estos derechos a través de la actividad pública, es decir, somos el sujeto obligado para la garantía de estos derechos.

Toda la regularidad de la Constitución está articulada hacia los derechos humanos, en el Capítulo 1º, Artículo 4º, podemos reconocer este parámetro de regularidad constitucional y, también, que los derechos pueden ejercerse a título individual y colectivo, que tienen una dimensión social y son responsabilidad común. En este aspecto, actividades como promover, fomentar, informar sobre la Voluntad Anticipada se inscribe en esta tarea de ir avanzando en una responsabilidad común donde nos involucramos como institución pública, pero también nos articulamos con diversos colectivos que están preocupados por la muerte digna. En el Artículo 6º, La Ciudad de Libertades y Derechos, también se habla del derecho a la autodeterminación personal y aquí hay dos elementos fundamentales, "Toda persona tiene derecho a la autodeterminación y al libre desarrollo de una personalidad" y también, este derecho humano fundamental, deberá posibilitar que todas las personas puedan ejercer libremente sus capacidades para vivir con dignidad, y la vida digna contiene implícitamente el derecho a una muerte digna.

En estos términos, es una celebración en doble sentido, no solamente porque estamos firmando este convenio, sino también porque nos comprometemos a fomentar, promover y difundir una cultura de Voluntad Anticipada para la población de la Ciudad de México, es decir, hablar de Voluntad Anticipada es hablar de derechos a la protección, a la dignidad y la autonomía de las personas a través de dejar plasmada su intención, sus necesidades y el respeto a sus decisiones mediante mecanismos normativos.

Con esto celebro, nos felicito a todos y los invito a promover esto en sus espacios de trabajo, pero también en sus espacios familiares y en términos personales.

Muchas gracias.